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Ante la inminente llegada del huracán Harvey a Texas, el gobernador Greg Abbott indicó que no se solicitará ninguna identificación a las personas indocumentadas para acceder a los refugios habituados para guarecerse del impacto del meteoro.

Abbot, durante una entrevista con la televisión MSNBC, afirmó que “no será un problema” para personas en situación irregular el acceder a estos locales, según su entendimiento por las indicaciones dadas desde el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos.

“Todo el mundo está enfocado ahora mismo en hacer todo lo que podamos para proteger vidas”, añadió.

Autoridades federales también lanzaron una declaración conjunta en la que dijeron que no planeaban llevar a cabo acciones en lugares de refugio.

“Las prioridades más altas de ICE y de la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP, por sus siglas en inglés) son la promoción de actividades que salven la vida, la evacuación segura de las personas (…) Las operaciones de control de inmigración no criminales de rutina no se llevarán a cabo en los lugares de evacuación, ni en los centros de asistencia, como albergues o bancos de alimentos. Las leyes no serán suspendidas, y estaremos atentos a cualquier esfuerzo de criminales para explotar las interrupciones causadas por la tormenta”, dice el comunicado.

“ICE y CBP también buscan proveer seguridad a aquellos bajo custodia y protegerlos de daños corporales (…) Como tal, los detenidos de ICE del Centro de Port Isabel están siendo trasladados temporalmente a varios otros centros de detención fuera del camino proyectado del huracán”.

Siguen las actuaciones en la frontera

Por su parte, la Patrulla Fronteriza anunció que, durante el paso de Harvey por el estado, continuará realizando detenciones de indocumentados. Además, no tiene intención de clausurar sus controles de inmigración durante el paso del meteoro. Así lo ha anunciado esta agencia en un comunicado emitido mientras miles de texanos se preparan para evacuar sus hogares para protegerse de la tormenta, según informó el Texas Tribune.

“Los puestos de control de la Patrulla Fronteriza no serán cerrados a menos que exista un peligro para la seguridad del público y de nuestros agentes. Los recursos de la Patrulla Fronteriza, incluyendo personal y transporte, serán desplegados según sea necesario para aumentar los esfuerzos y la capacidad de las autoridades locales de respuesta”, dijo la agencia. “La Patrulla Fronteriza es una agencia policial y no abandonaremos nuestro deber de cumplir la ley”, añadió.